Bueno, pues llegó el mes más importante del año: FEBRERO. Y ¿Por qué es el más importante? Pues porque en este mes, el más corto del año, empiezan a florecer los cerezos, los días se hacen cada vez más largos y ES MI CUMPLEAÑOS.
Cinco añazos nada más y nada menos. Soy todo un mayor.
Y como no podía ser de otra forma, montamos una fiesta por todo lo alto. Vino la familia, vinieron los amigos y sobre todo las ganas de pasarlo bien.
Dio igual, tamaño, forma y condición; todos estuvimos ahí para celebrar lo más importante: LA VIDA. La que me trajo hasta aquí después de cinco años. La que me queda a partir de ahora para seguir creciendo y cumpliendo años y sueños.
Porque qué es un cumpleaños, sino la oportunidad de celebrar con la gente que quieres y a la que quieres todo lo que ha sucedido; todo lo que está por suceder.
- Ser agradecido con lo que ha traído de bueno.
- Sacar aprendizaje de lo malo que también existe.
- Darte la oportunidad de cambiar tú, y lo que te rodea si lo que haces no funciona.
- Mirar a los ojos de la persona que camina a tu lado y agradecer su compañía. Da igual que no sea verbalmente. A veces el corazón suena más fuerte.
- Reír hasta que te duelan las muelas.
- Gritar, que para eso la sala estaba insonorizada.
- No parar de bailar.
- NO PARAR DE MOVERSE. Porque el movimiento es el que te lleva allá donde quieres ir. Que pares de vez en cuando a coger resuello no significa que abandones el sentido del movimiento. Y puede que el movimiento te lleve a sitios que no te gustan, porque también existe el despiste, pero es el movimiento el único que te permite salir de ahí. La conexión entre la intención y el movimiento te llevará a conocer mundos increíbles.
Así que por todo eso, celebramos mis 5 añazos. ¡¡¡ Y que el ritmo no pare !!!