En mi graduación 1.0

En mi graduación 1.0
Viviendo la vida a tope

24 nov 2014

CELEBRANDO EL DÍA DE TODOS LOS HÉROES: LOS NIÑOS

Aprovechando que el pasado 20 de Noviembre era el día Universal del Niño, nuestros amigos de Tengo1proposito, nos invitaron a celebrarlo por todo lo alto en el programa que emiten cada sábado de 22:00 a 23:00 a través del dial 108.0 de Gestiona Radio.

Como ya sabéis que yo no me pierdo ni una, allí nos fuimos Mamá y yo y nos tenían preparado esta sorpresa:

Merendola con tengo1proposito
¡¡¡Menuda Merienda!!!. Fue una fiesta por todo lo alto. Como siempre, me encontré con gente grande y estupenda que implica a sus empresas en ayudar a los demás como Mario Miguelañez, Director General de Miguelañez que con su política de Responsabilidad Social Corporativa ayuda a fundaciones y organizaciones en su labor. Este año a la Fundación Aladina. O como Folli Follie, que también está involucrada en proyectos solidarios en diferentes países, como China, Nueva York, Inglaterra. Y además su Directora de Marketing Eva Revuelta es un sol que además prepara unas meriendas riquísimas y divertidas.

Y claro esto me genera una idea que me da vueltas en la cabeza. Porque según tengo entendido tenemos unos gobiernos que no cuidan de personas. Gobiernos de partidos que sólo miran por sus intereses personales y de partido. Y el mal llamado "pueblo" se ha acostumbrado a eso. Y se queja, sí, pero sigue pensando que la solución debe de venir de arriba. Pero ¿ y si la solución tiene que venir de abajo? ¿ Y si resulta que somos todos, los que nos debemos unir para crear un entorno en el que creamos las posibilidades de desarrollarnos como personas?

Y alguno dirá que uno sólo no puede mover montañas. Y tendrá toda la razón. Porque el batir de las alas de una mariposa puede que sea imperceptible pero a lo mejor si se unen un millón de especies, generarán un vendaval. Y eso sólo puede ocurrir si se mueven.

Así que movámonos. Y empecemos a tender una mano a aquel que lo necesite. A comprar una participación de lotería estas Navidades a la asociación o fundación que eche una mano a aquel que tiene dificultades. A compartir tiempo, abrazos y conversaciones. A servir y devolver como humanos lo que nos ha sido dado como humanos.

A firmar peticiones como la de mi gran amigo Daniel Llano, que es un pequeño gran héroe con el que tuve el placer de compartir aventura de Radio el pasado Sábado y que puedes encontrar su petición en Fondo Nacional para la cura de enfermedades Raras

Que estos gobiernos egoístas no nos hagan olvidar que somos personas. Que siempre existan programas como Tengo1proposito que sean la voz de la voluntad de mucha gente y muchas empresas solidarias. 

Un besazo enorme y aquí os dejo el programa de Radio en homenaje a todos los niños del mundo y una muestra de cómo nos las gastamos!!!

21 nov 2014

CARTA DE UNA GRAN MAESTRA

Preciosa carta de una maestra dirigida a todos los Padres. 
Ojalá tenga la dicha de encontrarme siempre con profesionales tan grandes como los que me encuentro, que no escriben estas cartas, pero que sé que lo piensan.

Y de parte de Mamá, que muchas gracias a todos ellos, por haber sostenido alguna vez su mano y su corazón.

Queridos padres:
Lo sé. Estáis preocupados. Cada día, vuestro hijo llega con una historia sobre ESE niño. El que está siempre golpeando, empujando, pellizcando, molestando, quizás incluso mordiendo a otros niños. El que siempre va de mi mano en la fila. El que tiene un lugar especial en la alfombra, y a veces se sienta en una silla en vez de en el suelo. El que tuvo que dejar de jugar con bloques porque los bloques no son para lanzar. El que se subió a la valla del patio en el momento exacto en el que yo le decía que parara. El que tiró la leche de su compañero al suelo en un arranque de rabia. A propósito. Mientras yo le miraba. Y luego, cuando le pedí que lo limpiara, vació la caja de pañuelos ENTERA. A propósito. Mientras yo le miraba. El que soltó la más terrible palabrota en la clase de gimnasia.

Os preocupa que ESE niño desmerezca el aprendizaje de vuestro hijo. Os preocupa que absorba mucho de mi tiempo y energía, y que vuestro hijo salga perdiendo. Os preocupa que algún día le haga daño a alguien. Os preocupa que este “alguien” pudiera ser vuestro hijo. Os preocupa que vuestro hijo empiece a usar la agresión para conseguir lo que quiere. Os preocupa que vuestro hijo empeore sus resultados porque quizás yo no me dé cuenta de que le cuesta sujetar el lápiz. Lo sé.

Vuestro hijo, este año, en esta clase, a su edad, no es ESE chico. Vuestro hijo no es perfecto pero suele seguir las reglas. Es capaz de compartir los juguetes sin pelear. No lanza muebles. Levanta la mano para hablar. Trabaja cuando es la hora de trabajar y juega cuando es la hora de jugar. Se puede confiar en que vaya directamente al baño y regrese sin engaños. Cree que las peores palabrotas son “estúpido” y “tonto”. Lo sé.
Fijaos, me preocupo todo el tiempo. Sobre TODOS ellos. Me preocupo por las dificultades de vuestro hijo con el lápiz, por cómo lee las letras otro, por la timidez de esa chiquitina, y porque hay otro que lleva siempre la caja del desayuno vacía. Me preocupa que la chaqueta de Gavin no abrigue lo suficiente, y porque el padre de Talitha le grita por dibujar la B del revés. La mayoría de mis desplazamientos en coche y duchas las dedico a estas preocupaciones.

Pero, lo sé, quereis hablar sobre ESE niño. Porque la B invertida de Talitha no le va a poner un ojo morado a vuestro hijo.Yo también quiero hablar de ESE niño, pero hay muchas cosas que no puedo contaros.

No puedo contaros que le adoptaron en un orfanato a los 18 meses.
No os puede decir que está haciendo una dieta para descartar alergias alimentarias, y que tiene hambre TODO EL TIEMPO.
No os puedo contar que sus padres están en medio de un horrendo divorcio, y que está viviendo con su abuela.
No puedo contaros que empieza a preocuparme que la abuela beba…
No te puedo contar que la medicación para el asma le agita.
No puedo contaros que su madre es monoparental, y por esto entra en el colegio cuando abre la acogida matinal y se queda hasta la acogida vespertina, y después el viaje hasta casa les lleva 40 minutos y por esto duerme menos que muchos adultos.
No puedo contaros que ha sido testigo de violencia doméstica.
De acuerdo, decís, entendeis que no puedo compartir información personal o familiar. Sólo queréis saber qué estoy HACIENDO al respecto de su comportamiento.
Me encantaría decíroslo. Pero no puedo.
No puedo contaros que va a logopedia, que han descubierto un retraso severo del lenguaje y que los terapeutas piensan que las agresiones tienen que ver con la frustración por no ser capaz de comunicarse.
No puedo contaros que me veo con sus padres CADA semana, y que ambos habitualmente lloran en estas reuniones.
No puedo contaros que el niño y yo tenemos una señal secreta con las manos para que me diga cuando necesita sentarse solo un rato.
No puedo deciros que pasa el descanso acurrucado en mi regazo porque “me hace sentir mejor oír tu corazón, señu”.
No puedo contaros que he estado rastreando meticulosamente sus incidentes agresivos durante 3 meses, y que se han reducido de 5 incidentes al día, a 5 por semana.
No puedo contaros que la secretaria del colegio ha aceptado que le mande a su despacho a “ayudarla” cuando me doy cuenta de que necesita un cambio de escenario.
No puedo contaros que me he puesto de pie en una reunión de docentes y que, con lágrimas en mis ojos, les he ROGADO a mis compañeros que le echen un vistazo extra, que sean amables aunque se sientan frustrados de que haya vuelto a pinchar a alguien, y esta vez, JUSTO DELANTE DE UN PROFESOR.
El asunto es que hay TANTAS COSAS que no puedo contaros sobre ESE niño. Ni siquiera lo bueno.
No puedo contaros que su trabajo en el aula es regar las plantas y que lloró con el corazón roto cuando una de las plantas no sobrevivió a las vacaciones de Navidad.
No puedo contaros que despide a su hermanita con un beso cada mañana, y le susurra “eres la luz de mi vida”, antes de que mamá se aleje con el carrito.
No puedo contaros que sabe más sobre tormentas que muchos meteorólogos.
No puedo contaros que a menudo se ofrece para sacar punta a los lápices durante el recreo.
No puedo contaros que estruja al pelo de su mejor amiga en el descanso.
No puedo contaros que, cuando algún compañero llora, cruza el aula para ir a buscar su cuento favorito desde el rincón de las historias.
El asunto es, queridos padres, que solo puedo hablaros de VUESTRO hijo. Así, lo que os puedo decir es esto:
Si nunca, en cualquier momento, VUESTRO hijo se convierte en ESE niño…
No compartiré vuestros asuntos personales con otros padres de la clase.
Me comunicaré con vosotros con frecuencia, y con amabilidad.
Me aseguraré de que haya pañuelos cerca en nuestras reuniones, y si me dejais, os sujetaré la mano mientras lloráis.
Defenderé que vuestro hijo y vuestra familia reciban los servicios especializados de mayor calidad, y cooperaré con estos profesionales en la mayor medida posible.
Me aseguraré de que vuestro hijo reciba amor y mimos extras cuando más lo necesite.
Seré la voz de vuestro hijo en la comunidad escolar.
Seguiré, pase lo que pase, buscando y descubriendo, todas las cosas buenas, asombrosas, especiales y maravillosas de vuestro hijo.
Os recordaré a él y a VOSOTROS de estas cosas buenas asombrosas especiales maravillosas, una y otra vez.
Y cuando otro padre se acerque, con quejas sobre VUESTRO hijo…
Le contaré esto, una y otra vez.
Con mucho cariño,
La maestra.




17 nov 2014

¿ME AYUDAS O ME SIRVES?

A veces me levanto por la mañana, y me hago estas preguntas tan filosóficas:


  • ¿Qué día es hoy?
  • ¿Qué actividad divertida y didáctica me toca?





  • ¿Me ayudas o me sirves?







Como de las otras dos ya os he hablado en repetidas ocasiones, creo que hoy me voy a detener en la tercera.

¿Por qué esta pregunta? Mamá me contó una vez que después de una charla con el gran Juanjo, Maestro Jedi donde los haya, decidió reflexionar sobre la importancia de dar a estos dos verbos los significados que se merecen, y la aplicación que se debe.

En esto de las capacidades especiales, tendemos mucho a la sobreprotección. Eso dice Mamá, que de todo entiende. Los Papás en general quieren dar a sus hijos todo. Y a veces se confunden. Porque se confunde una buena educación con un colegio caro, un buen ocio con juguetes costosos, etc... Y en mi mundo a veces se confunde ayudar con servir.

No quiero ni mucho menos enjuiciar. Cada uno hace lo que puede, acorde con sus valores y creencias (que no está de más revisarlas de vez en cuando). Sólo quiero dar mi punto de vista, desde mi "extensa" experiencia, que para eso tengo un blog, jajajaja.

La ayuda es tan necesaria como el servicio. Sobre todo al principio. Como todo ser humano, no nacemos sabiendo y necesitamos APRENDER para desarrollar los mecanismos e instrumentos que nos permitan ser capaces de hacer las cosas por nosotros mismos. Necesitamos AYUDA. Necesitamos de vuestro tiempo, paciencia, imaginación y sobre todo amor para que nos enseñéis las reglas del mundo. Algunas cosas a nosotros nos cuesta más, porque tenemos dificultades, que no límites.

Pero llega un momento que lo aprendemos. Llega. Es cuestión de tiempo. Y entonces no necesitamos ayuda. No necesitamos que lo hagáis por nosotros. No necesitamos vuestro auxilio o socorro. Necesitamos que esteis ahí, animando, SIRVIENDO de ejemplo y diciéndonos las veces que sean necesarias que lo vamos a conseguir. Y sabes qué: Lo conseguimos.

Y ahí es donde radica la diferencia. Queremos dar ese paso. El paso en que nos AYUDAS a hacer las cosas al paso en que nosotros lo hacemos solos y nos SIRVES para perfeccionar y seguir con nuevos retos.

Porque en el fondo, niños con más / menos capacidades especiales, todos queremos lo mismo. Queremos aprender a ser autónomos y sentirnos orgullosos de lo que conseguimos. Queremos tener a nuestro alrededor gente que confíe en nuestro Potencial, que crea en nosotros. Queremos ser nosotros los que SIRVAMOS de ejemplo a los que vienen, a los que crean que no pueden y demostrarles todo lo contrario.

Y por supuesto siempre sabiendo que en el caso que necesitemos vuestra AYUDA, podemos contar siempre con ella.

El mejor legado que nos podéis dar es: "Darnos raíces para crecer fuertes y alas para volar"



Buen ejemplo el de la Mamá gata que al principio ayuda a su bebé a bajar, y después de un acto de rebeldía, todo sea dicho, del pequeño, simplemente opta por enseñarle el modo de bajar. Desde mi punto de vista, faltaron los lametones de enhorabuena.